Cualquier empresa puede encontrarse en la necesidad de elaborar una estrategia de creación de contenido audiovisual y entre ellos pueden estar incluidos vídeos corporativos, vídeo reportajes, vídeo ficción, vídeos promocionales, tutoriales o cualquier modalidad de formato audiovisual creativo que le permita alcanzar sus objetivos de marca. Llegados a este punto es conveniente recordar que hay aspectos clave que hay que tener en cuenta antes de empezar con la creatividad y tenerlos claros desde el principio puede ayudarnos a no caer en errores y pérdidas de tiempo.
1- Fijación de objetivos. El primer paso -y es imprescindible- es fijar que objetivos pretendemos alcanzar con esta estrategia de contenidos. ¿Queremos fidelizar a clientes habituales? ¿Llegar a nuevos clientes? ¿Mejorar o modificar algún aspecto de nuestra imagen de marca? ¿Formar a nuestros empleados? La respuesta a estas preguntas nos ayudará a resolver algunos de los siguientes puntos.
2- Formato. El siguiente movimiento será decidir si queremos una pieza de vídeo única o varias piezas seriadas. También si optamos por un estilo documental o si la historia que queremos contar requiere de los mecanismos de la ficción. Si es el segundo caso necesitamos un guionista que debe conocer qué objetivos concretos quiere alcanzar la marca con esta campaña.
3- Planificación. Los tiempos de cocción de una buena estrategia de contenidos deben ser lentos. Una vez marcados los objetivos y elegido el formato hay que escribir el guión, elegir la productora y confiar en su experiencia. Quizás haya que readaptar diálogos, localizaciones, longitud de la pieza, ritmo en función de las recomendaciones de la productora y ajustarlo todo a un presupuesto.
4- Unificación de criterios. La confianza entre productora y cliente es básica para que el resultado cumpla o supere las expectativas. Resolver dudas técnicas, implementar cambios, fijar los objetivos claros desde el inicio y revisar referencias visuales, todo el tiempo invertido en esta fase se traducirá en una buena ejecución y la satisfacción del resultado final.
5- Fase de preproducción. Esta fase corresponde a la productora y será presentada al cliente en la reunión previa al rodaje. Incluye la selección de localizaciones, cásting de actores, formación de equipos, alquiler de equipos de iluminación y cámara y calendario de producción.
6- Rodaje. En el rodaje todo tiene que estar previsto con anticipación, no debería haber margen a la improvisación ni a las sorpresas. Cada hora de rodaje implica unos costes altos de personal y alquiler de materiales así que debe estar planificado todo lo que debemos grabar y en cuánto tiempo.
7- Postproducción. La fase de postproducción es la más infravalorada por el cliente pero dedicandole una buena parte de recursos conseguiremos un acabado más profesional. Aqui incluimos el retoque de color para conseguir un look homogeneo en toda la pieza, grafismo corporativo para diferenciar nuestro contenido de otros y una postproducción de sonido para una experiencia mucho más completa.
8- Cambios y validaciones. A pesar de que desde la productora es una fase que implica un esfuerzo adicional es importante que se revise con el cliente el vídeo final íntegro para detectar posibles cambios que mejoren el resultado final. De esta manera también nos aseguramos de que la entrega final será definitiva.
No dudes en contactarnos si estás interesado en la producción de contenido audiovisual para tu marca o tu empresa.